sábado, 4 de octubre de 2008

¿Y cómo llamo al blog ahora?

"La crisis" es un término muy femenino. Yo, personalmente, lo uso cada dos por tres. Que si tía vaya crisis que tengo, que si no puedo comprar que estoy en crisis, que jolín qué pesaditos los políticos y sus crisis... lo empleo constantemente. Pero ha sido cumplir los veinte y no sentir ni el más mínino amago de algo que se parezca a una crisis existencial. Pues vaya.

La verdad es que hubiese sido estupendo que se me colapsase el sistema nervioso, o que me temblasen las manos, o qué se yo... que me entrasen cientos de tics justo después de soplar las velas. ¡Al menos tendría algo sobre lo que escribir! Pero nada oiga, nada. Que estoy cual moza lozana rodando sobre un campito de amapolas. Maravillada.

Sonia tampoco está en crisis. Ella dice que la edad agobia, pero que no oprime. Y Paco... Paco escribe. Yo creo que él sí que está en crisis. Está tristón.

Pero lo que más me llama la atención de todo este mundillo de edades, planteamientos a corto y largo plazo, presiones del reloj biológico y seguros de vida es que sigo fumando. Ole mis huevos. 






Chati, chati, chati...*

1 comentario:

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Sí que ando tristón, sí, pero lo superaré. Besos...